Los 30 y tantos son una de las mejores épocas del esplendor físico e intelectual de una mujer. A esta edad suele traer el éxito laboral y personal, pero de igual forma: se caracterizarse por el sedentarismo y el sobrepeso. Una forma muy efectiva para contrarrestar sus efectos es tener una buena alimentación y realizar un poco de ejercicio.
Es hora de cuidarnos
Si bien a los 30 una mujer puede tener un buen físico, estamos sometidas a numerosos cambios hormonales que influyen en nuestra salud física y mental. Debemos tomar en cuenta lo siguiente:
• Si nos desatendemos, el sedentarismo puede situarse en nuestra vida y hacer que poco a poco vayamos ganando peso.
• Debemos empezar a cuidar nuestra alimentación y adaptarla a las necesidades del cuerpo.
• Si no eres deportista o tengas un gran gasto energético, lo principal que debes hacer es reducir el aporte calórico de tus comidas.
• Elije los mejores alimentos y empieza a consumir menos todo lo que tu misma sabes que engorda mucho.
• Tu dieta debe ser muy variada y equilibrada, ya que tu organismo necesita de todos los nutrientes para poder realizar el enorme esfuerzo intelectual y físico que la vida laboral, familiar y social supone a esta edad.
• Empieza a suministrarle mas cantidades de vitaminas; sobre todo ácido fólico, minerales; pon atención al hierro y al calcio y oligoelementos; de gran poder antioxidante.
• No te olvides que estas en la mejor edad de ser mamá y debes estar lo más sana posible si pretendes quedar embarazada.
• El componente estrella es el aceite de oliva, un auténtico elixir de juventud y salud. Pero no abuses, procura no tomar más de cinco cucharadas diarias repartidas entre todas las comidas.
Aliméntate balanceadamente
Lo que no debe de faltar
Esta alimentación te aporta todas las proteínas y es baja en colorías que se necesita para esta edad y sin grasas innecesarias.
• Consume frutas y verduras frescas, que debes comer diariamente verduras frescas, ya que son alimentos imprescindibles para el organismo y básicos para controlar tu peso.
• Cereales y legumbres, ricos en fibra
• Pescado varias veces a la semana
• Algo de carne, que sea magra
• Grasas no saturadas.
Para sentir menos cansancio y fatiga, además de proteínas, debes ingerir el suficiente hierro
• Ten en cuenta que tu sistema hormonal y la menstruación hacen peligrar sus niveles.
• Las mejores fuentes para conseguirla sin añadir calorías innecesarias a tu dieta son los moluscos, el pescado y los frutos secos en cantidades moderadas.
Lo que debes consumir menos
• De la bollería industrial empieza a consumirlo menos
• El azúcar, tomarlo con moderación o sustituirlo por sacarina o aspárteme.
• En cuanto al alcohol, restríngelo al máximo (si es posible no bebas),mejor vino o cerveza y peor aun si tienes sobrepeso, limítate a una copita los fines de semana.
Date gusto en el desayuno
A esta edad, el desayuno es tu comida estrella.
• El desayuno es la comida en la que puedes permitirte algún antojo de vez en cuando, ya que tienes todo el día por delante para quemarlo.
• Te proporciona la energía que necesitas para rendir durante el día, te asegura un buen aporte de nutrientes y te hace activar el metabolismo desde primera hora de la mañana
Ten cuidado con no desayunar
• No comer nada hasta el medio día es un hábito ilógico y perjudicial, ya que solo te quedan dos comidas importantes para obtener los nutrientes que tu cuerpo necesita, y ni siquiera te sirve para adelgazar.
• Pero ojo, empieza a sustituir los lácteos enteros por desnatados y, si puedes, incorpora productos de soya.
Realiza con más frecuencia ejercicio
Aunque tengas un buen aspecto visual, tener esta edad tiene sus desventajas.
• A esta edad los tejidos comienzan a perder elasticidad
• El cuerpo ralentiza su metabolismo.
Si a esto le añadimos sedentarismo y estrés, el resultado es:
• Sobrepeso
• Flaccidez
• Pérdida de fuerza y condiciones físicas.
Si cuando tenias veinte años no necesitabas hacer ejercicio porque no parabas un momento, ahora tienes que hacerlo casi para no afectar tu salud.